No cabe duda de que la forma en que trabajamos, estudiamos, hacemos negocios, nos entretenemos o nos relacionamos, está siendo modificada por la tecnología. Tenemos, entonces, un primer ámbito que sobresale por su incidencia en lo cotidiano: el de las tecnologías de la información; quizá el más relevante, ya que el impacto que está produciendo está impulsando al cambio sobre la manera como se llevan a cabo las actividades humanas básicas.

Desde un punto muy general las tecnologías de la información pueden resumirse en dos grandes grupos; informáticas y telemáticas. En el primero incluimos el software el hardware y todos los dispositivos que se conectan a una CPU. Al segundo le pertenecen los sistemas de telecomunicaciones, ya sea de cable, inalámbricos, satelitales y, por extensión se incluyen las redes de computo y las autopistas de información.Lo que nos atañe es como estas tecnologías van “marcando” y van proponiendo los cambios en el comportamiento humano. Queda claro, entonces, como encajan los dos temas que nos ocupan: el acto humano, primero afectado por el uso de la tecnología, y segundo el dilema ético que el acto en si pueda plantear.
En el panorama de las tecnologías de la información, el computador aparece como principal dispositivo que permite el acceso, interacción, y difusión de la información. El computador es una herramienta personal, muchas veces criticado precisamente por ese carácter personal, que podría llevar al egoísmo en los usuarios, con el correspondiente que promueve la preponderancia de los valores personales sobre los colectivos. Podríamos estar asistiendo a una época con individuos con menor capacidad para... [continua]

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